UN TRANVÍA LLAMADO DESEO (TENNESSEE WILLIAMS, Teatro)

Es la segunda vez que veo Un tranvía llamado deseo desde que se estrenara en Santander allá por finales de invierno y producida por el genial Juanjo Seoane. La primera vez que la vi fue el día del estreno nacional en Santander. Entonces pude apreciar que la dirección de Mario Gas era perfecta y que la versión teatral para esta puesta en escena era fabulosa, si no recuerdo mal era de José Luis Miranda. Los actores, excepto la absolutamente inigualable Vicky Peña, estaban bastante flojos en sus respectivos papeles. La actuación de Vicky ensombreció la de los demás: Blanche era un terremoto que se llevaba del escenario a todos, incluyendo al flojo Stanley y a la poco expresiva Ariadna Gil, Stella. En aquella ocasión fue en el Palacio de Festivales de Santander. Pero hoy la he visto en el precioso teatro Tívoli de la Ciudad Condal. Un teatro construido en 1919 y que alberga todavía durante unos días la magnífica, hoy sí, interpretación de todo el elenco de Un tranvía llamado deseo. Dentro del Festival de Teatre Grec de Barcelona, ningún teatro mejor para acoger este increíble alegato a favor de la lucha por la supervivencia. Todos tenemos en la cabeza la película con Vivien Leigh y Marlon Brando bajo la dirección del siempre polémico Elia Kazan, pero la versión puesta hoy en escena, con algunos cambios y matices, es lo más parecido. El trío protagonista: Vicky Peña (Blanche), Roberto Álamo (Stanley) y Ariadna Gil (Stella) brilló con luz propia. Vicky aún mejor, Roberto en un papel violento y sensual tan parecido a Brando y Ariadna en una de sus mejores actuaciones han hecho que el teatro se levantase para aplaudir y gritar algún "Bravo". El resto muy bien, siempre consiguiendo que la acción no decayese en ningún momento. El público no solo se enamora de la perdedora Blanche, magistral Vicky Peña, que pasa de la risa al llanto, de la realidad a la imaginación en décimas de segundo, sino que se engancha al terrible Stanley, en su mejor versión gracias al buen saber hacer del increíble Roberto Álamo. No dejeís de verla. Sorprendente. 

LUCES DE BOHEMIA (Ramón Mª del Valle-Inclán, TEATRO)

Luces de Bohemia, el maravilloso esperpento de Valle-Inclán, se ha llevado a la escena en múltiples ocasiones aunque en su época nadie pensó en algo así. Yo he visto varios montajes muy distintos y hoy he visto, para mí, el mejor. Dentro del Festival de Teatre Grec de Barcelona, al que hace años que quería asistir, he visto ese montaje. Apenas tenía nada de mobiliario ni atrezzo más que los distintos trajes de los personajes, pero salí encandilado de la Biblioteca Nacional de Cataluña, en el barcelonés barrio del Raval. Unos actores con fuerza, coraje, pero llenos de humanidad, como si el propio Valle los estuviera dirigiendo. La crítica, tan actual hoy en día, hace al espectador pensar que Valle-Inclán ha escrito su esperpento ayer. El actor que interpretaba a Max Estrella recordaba en la voz y en la actuación a la memorable versión que hizo el gran Paco Rabal. Madame Colette y su hija Claudinita inmejorables en su dolor. El Coro de Poetas Modernistas, inigualable. El gran Latino de Hispalis en su mejor versión. El Ministro y el librero Zaratustra impresionantes. Dieguito y el obrero catalán, el paria, un actor con un gran futuro por delante. Y Rubén Darío y la portera, increíbles en sus tan distintos papeles.  Con solo 7 actores han suplido al innumerable elenco de personajes que aparecen en la noche madrileña de la bohemia. Una versión que el propio Valle habría firmado, con añadidos que a todos nos llevan al mundo de la poesía y el arte. Animo a todos a que vayáis a verla, os encantará. Saldréis pensando que el teatro es un arte contemporáneo, se escriba cuando se escriba porque el momento del teatro es el de la representación. De paso daos un paseo por el Barrio del Raval barcelonés, de imborrables recuerdos para todos sus visitantes.

BEGGINERS (CINE)

Si estáis interesados en el cine de autor, ninguna película mejor en las últimas semanas que Begginers, cuyo título en español debería ser Principiantes. El siempre maravilloso actor Christopher Plummer es un hombre mayor que ha estado casado durante más de 40 años. A la muerte de su mujer decide vivir su verdadera vida, la que siempre quiso llevar, y encuentra nuevos amigos y a alguien muy especial. Pero pronto se entera de que le queda poco tiempo de vida. Su hijo, un magnífico, como siempre, Ewan McGregor, tiene miedo al compromiso, pero tras la muerte de su padre, sus recuerdos le harán cambiar de parecer. La película te contagia las ganas de vivir de inmediato, su ritmo te empuja hacia la decisión, hacia el ánimo, hacia la búsqueda de lo que en realidad quieres y de quién eres en realidad. Al lado del viejo Plummer y de su hijo te emociona la chica francesa, Melanie. Un trío verdaderamente especial. En versión original en los Cines Princesa (Metro: Plaza de España). ¡No os arrepentiréis de haberla visto, inmejorable!

EL CHICO DE LA ÚLTIMA FILA

Este drama de Juan Mayorga, uno de nuestros mejores dramaturgos del momento, deja perplejos a los asistentes a la función. Los actores tienen una energía desbordante, sobre todo el chico protagonista. Es increíble cómo alguien puede meterse tanto en la vida de los demás que le parezca imposible abandonar tal actitud. Una fuerte crítica al mundo actual de los "voyeur". Animaos a ir a esta sala aun cuando la obra sea otra. Muy buen trabajo tanto el de gestión de la sala como el de la compañía.

BURUNDANGA

Para los amantes del teatro de verano. Ligera, llena de humor y hecha con mucho amor. Una chica quiere saber quién es en realidad el chico con el que está saliendo desde hace unos meses. Su amiga la anima a echarle un suero en la bebida y así podrá saber todo de él. A partir de este momento las situaciones cómicas e hilarantes se suceden sin tregua. Los actores geniales, muy metidos en su papel. Mientras el teatro se desternillaba, ellos totalmente concentrados siguiendo la marcha. Si queréis salir del teatro después de haberlo pasado genial y con un buen subidón, id al Teatro Maravillas en Madrid, calle Manuela Malasaña, metro Bilbao. No os arrepentiréis.

EL CASTIGO SIN VENGANZA

El castigo sin venganza, la obra mejor considerada de la última etapa de Lope de Vega, muestra los amores adúlteros entre el conde Federico y Casandra, la joven esposa de su padre, el gran Duque de Ferrara, un hombre que se ha dedicado siempre a burlar mujeres pero que ama a su hijo por encima de todo. Si alguien quiere ver una puesta en escena magnífica, recomiendo la de Rakatá Teatro, que durante este verano se representa en el Teatro Alcázar de Madrid (Metro: Sevilla). A los amantes del buen teatro os dejará boquiabiertos. Si os gusta Lope de Vega, saldréis pensando que estáis en pleno siglo XVII. La energía, la expresión y el saber hacer de los actores es el mejor reclamo para acercarnos a verlos. Magníficos hasta en el dolor. ¡No os la perdáis!