A los amantes del teatro de Buero, esta obra nos va a gustar por su estilo, por lo que cuenta, pero no es el Buero al que estamos acostumbrados, al de las impresionantes Historia de una escalera, En la ardiente oscuridad, El concierto de San Ovidio o El tragaluz, entre otras muchas maravillas. El dramaturgo dedica esta obra a la memoria de su hijo Enrique Buero rodríguez, que murió con solo 24 años y qu muy probablemente habría tenido un papel en la representación que tuvo lugar en el Teatro Maravillas de Madrid en 1986. Este drama trágico versa sobre la hipocresía, el temor y el amor. Lázaro, el dueño de la librería "El Laberinto" vive con su hermana Fina y sus sobrinos Coral y Mariano. Lázaro muestra una conciencia atravesada por los remordimientos de una relación anterior, cuando era joven, y oye continuamente el sonido de un teléfono que nunca suena. La relación de estos cuatro personajes con Amparo, ex novia de Mariano y amiga de Coral, y con Germán, al que todos creen amigo de Mariano y ex novio de Amparo, lleva a una clara reflexión sobre las formas de amar y el dolor por algo que parece no haber terminado nunca. Imborrable en la mente de cualquiera que pueda leerla. Un Buero distinto, pero muy bueno, como siempre.
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